Arte contemporáneo
Escaliers de l’Hermitage
Le Bruit des bottes
Romain Weintzem

Paralelamente a la intervención realizada en el Lycée Clemenceau, Romain Wintzem ha creado para las escaleras del Hermitage Le Bruit des bottes.

Los edificios del Hermitage se construyeron en la década de 1930 y se reconstruyeron tras la II Guerra Mundial en forma de abanico, abiertos al Loira y en el puente para optimizar el espacio y la orientación. El desnivel que desciende hacia el río va en aumento en cada edificio: de cuatro a seis plantas en el norte, entre cinco y seis en el sur. Entre dichos edificios, escaleras y zonas verdes resaltan los macizos rocosos del Sillon de Bretagne, con escalones excavados en la roca.

Los cinco patios de los edificios se conocen con nombres de corsarios nanteses: Jean de Crabosse, Julienne David, Commodore Guiné, Alexis Grassin y Chevalier Thiercelin.

En una de las escaleras monumentales, Romain Weintzem ha colocado unos veinte pares de botas militares que suben los escalones. Unos zapatos de payaso dirigen el cortejo. Los propietarios de las botas, aunque están en plena ascensión, permanecen invisibles, como si fueran fantasmas.

“Ruido de botas” es una expresión popular para expresar la escalada del autoritarismo. La obra evoca el ascenso de la violencia y el sendero de la guerra. El pelotón está dirigido por un payaso, un loco, que usa su posición de poder para movilizar con disciplina a un grupo hacia un objetivo sin razón.

Usando la representación burlesca del desfile militar, Romain Weintzem nos alerta con Le bruit des bottes. Es una obra comprometida sobre el delicado estado de nuestras democracias y el ascenso del extremismo.

Romain Weintzem nació en 1987. Vive y trabaja en Fontevraud-l’Abbaye (Maine-et-Loire). Es representado por Black Swan Gallery (Brujas).

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