En un diálogo entre la calle y el museo, el artista ha diseñado una instalación compuesta por paneles de vidrio coloreados mediante la aplicación de múltiples, lentas y meticulosas pasadas de pintura y tinta.
La materialidad del espacio, asociada a la de la escultura, se funde para formar un conjunto lleno de luz, ya sean los rayos directos del sol, los velos infinitos de las nubes o la luz eléctrica o lunar de la noche.
Después de trabajar sobre el potencial del negro, refiriéndose a materiales domésticos y urbanos, como persianas y cortinas de hierro, Justin Weiler explora los delicados poderes del color, siempre mediante capas y superposiciones.
Con gestos repetidos, propone una obra sensible y en constante cambio en función de la hora y de los puntos de vista.
Justin Weiler, nació en 1990. Vive entre París y Nantes.
Cerrado hoy.
Hasta el 09/01/23.