Antipodos - Obra de Iván Argote

Con motivo de la peatonalización de la calle Maréchal-Joffre, Iván Argone nos propone una readaptación de su obra Antípodos, inspirada en ideas arcaicas sobre los habitantes del otro extremo del mundo, a menudo mostrados como criaturas semimonstruosas.

Cuando se creía que la tierra era plana, el término antípoda, de origen griego, designaba un territorio opuesto. En la Edad Media, el término evolucionó en francés pasó a significiar “con los pies girados”.

En Nantes, en cada extremo de la zona peatonal, dos siluetas anónimas desafían la gravedad trepando por la fachada de un inmueble y la columna de Luís XVI.

Esta inversión se amplifica con la ilusión de la desaparición de la escultura de Luís XVI que, gracias a un juego de espejos, refleja el cielo. Con este gesto, el artista colombiano invita a interrogarse por la presencia de símbolos monárquicos en el espacio público. También subraya la historia de esta columna, que no tuvo estatua entre 1760 y 1823, debido a inestabilidades políticas, asociando al monumento una esfinge anónima y desconcertante, a imagen de la inquieta calle Maréchal-Joffre.

Este juego de espejos nos recuerda que la historia no es fija, ni inmutable, y que nuestra mirada siempre puede ser cambiada.