Deux baigneuses del artista Claire Tabouret

Estos baños se construyeron en 1860, en un muelle del Loira desaparecido tras la colmatación del río, para que los trabajadores pobres y las lavanderas profesionales tuvieran acceso a la higiene. Fueron muy concurridos hasta el siglo XX. En los años ochenta se emprendieron reacondicionamientos para preservar su integridad arquitectónica (edificio firmado por Henri-Théodore Driollet) y albergar una Casa de Asociaciones. En 2019, la cooperativa L’Ouvre-Boîtes reinventó los baños transformándolos en Le Grand Bain, un tercer espacio cooperativo. En una pila de piedra diseñada a medida para el nicho de la fachada del edificio, Claire Tabouret integra Deux Baigneuses [Dos bañistas], obra que retoma el tema del baño, tan del gusto de la historia del arte.

La escultura de bronce representa a dos figuras femeninas de rasgos apenas esbozados, que se asemejan como dos hermanas. Una está sentada, en tanto que la otra, de pie, apoya el brazo con complicidad sobre su hombro. Sus bañadores a rayas les dan un aire retro y veraniego. Sus pies descansan en la pila, mientras que unos hilos de agua se deslizan por sus cuerpos desde sus cabezas. El efecto de pátina genera la ilusión de que el agua ha dejado la huella indeleble de su efímero escurrimiento, marcando el paso del tiempo. La artista capta ese momento intermedio, justo después del placer de los juegos del baño: los gestos y posturas relajadas sugieren el descanso y los pensamientos vagabundos que lo acompañan. Claire Tabouret sitúa al espectador en un relato a la vez extraño y familiar, dándole la impresión de participar en él al tiempo que permanece fuera, y provocando así un breve instante de introspección, una simple contemplación.