Dunking Island, exposición de Capucine Vever

La obra es una reflexión sobre la subida del nivel del mar, que afecta al planeta en su conjunto pero que actúa de forma especialmente sensible en la isla de Gorée (Senegal), cuyo hundimiento previsto puede hacer desaparecer una “isla de la memoria” de la trata de esclavos atlántica. La instalación escenifica esta inmersión de forma metafórica: adopta el punto de vista del océano, en el que el artista ha sumergido su cámara, revelando un caos acuático donde se mezclan residuos plásticos y peces tropicales. De este modo, se pone de manifiesto el daño que sufre la isla, enfrentada a un turismo de masas. La propuesta del artista se hace eco del movimiento memorialista ya emprendido en Nantes, ciudad que participó activamente en la trata de esclavos atlántica entre los siglos XVII y XIX. La película alterna planos de pescadores Lébous que utilizan técnicas tradicionales y los de los estraves de los buques factoría asolando los fondos oceánicos. La música de Valentin Ferré acompaña al cantante senegalés Wasis Diop, de la misma comunidad, formando una oda al océano y a los múltiples relatos entrelazados que lleva consigo.

Interesada por las nociones de lo invisible, lo inaccesible y lo imperceptible, la obra de Capucine Vever es contextual. Sus creaciones tienen su origen en las características específicas de un territorio, las actividades humanas que tienen lugar en él y las representaciones de las que es objeto. Trabaja a partir de observaciones, estudios científicos, mapas, experimentos y encuentros para crear una narrativa que se desliza hacia la ficción, una obra poética, una representación sensible de cuestiones sociales. Entre lo visible y lo invisible, de lo gigantesco a lo minúsculo, la artista absorbe y manipula lo que se nos ofrece para revelar lo oculto y dejar espacio a lo imaginario.